Relaciones difíciles

Hay relaciones que son difíciles de cortar por completo, de todo tipo, amorosas, sociales y hasta las laborales, y vamos ampliando nuestro nivel de tolerancia, provocando con ello, que inclusive ya no sea sano para nuestra salud mental enfrentarnos a esos episodios de discusiones, malos entendidos o simplemente sentirnos ofendidos, por cosas que solo una de las partes se percata de que existen, y la otra está tan quitada de la pena...

Creo que pocas veces he decidido cortar toda comunicación con alguien, no es que no haya sucedido, pero no ha sido planificado, generalmente no soy de las deciden aplicar la ley del hielo, por supuesto que guardo tiempos prudenciales de silencio, pero no una ausencia definitiva. No sé qué tan bueno sea, eso es algo que tengo que mejorar, tener la capacidad de reconocer cuando es necesario decidir cortar toda comunicación, y cuando vale la pena continuar aunque sea un poco distanciados.

En general en mi cabeza creo que si no te hace feliz, no vale la pena continuar, pero a veces no domina la razón, y termina uno haciéndole caso al corazón.

¿Será que esto me pasa solo a mí, o alguien más habrá experimentado algo así?

Cada día tiene sus propios retos.

Es increíble lo rápido que sentimos que pasa el tiempo con el pasar de los años, y como olvidamos a veces que cada día tiene sus propios retos. Creo que la época de mayor aprendizaje la olvidamos, y a veces ahora de adultos nos desesperamos cuando estamos frente a nuevos retos y las cosas no salen a la velocidad que deseamos. Cada día que veo a mi sobrina, trato de recordar eso “Cada día tiene sus propios retos, y sus propias metas”, ella aprende rápido, recuerdo el día que aprendió a subirse al sillón, estuvo intentando e intentando hasta que lo logró, y por supuesto también tenía que aprender a bajar, porque de lo contrario nos podemos lastimar en las bajadas controladas.

Hace unos días también me contó que ya puede quitarse y ponerse solita los zapatos, y ella estaba muy contenta de poder hacerlo sola; cada cosa que ha logrado hacer solita se la celebramos, siempre le decimos ¡Bien Lucy, Bravo!, y ella se da cuenta de ello y lo disfruta, tal vez esa es una de las cosas que la motiva a esforzarse cada día para seguir aprendiendo a vivir. Luego de ver cada día las cosas nuevas que aprende, me quedo pensando, ¿y yo que cosas nuevas aprendí hoy?, y lo que aprendí antes, lo he seguido practicando para hacerlo cada vez mejor? Aunque en el trabajo no se acostumbre a estar felicitando a las personas, cada uno debe encontrar su manera de auto motivarse para que las cosas que hagamos cada día las hagamos de la mejor manera posible, al terminar el día a veces me pregunto ¿hice algo para que yo solita me pueda decir ¡Bien Ceci!? Afortunadamente creo que muchos días si, otros tal vez no tanto, pero en general puedo decir que ¡vamos bien!

Lo he visto últimamente

Diariamente todos vemos muchas cosas que usualmente no les ponemos atención, ahora por el hecho de caminar, me ha dado más tiempo a observar mi entorno, y aquí les comparto algo de lo observo diariamente.

La ciudad sigue creciendo: En el trayecto hacia el trabajo he podido contar al menos tres construcciones de edificios grandes en un área de menos de dos kilómetros, la zona 10 cada vez tiene mas y mas edificios, ahora se comprende porque en horas pico toma más de 20 minutos trasladarse de un punto A al punto B, cuando la distancia entre ambos puntos es menor a 2 km. No puedo imaginarme cuanto tiempo tomara trasladarse entre estos dos puntos, cuando ya estén finalizados estos edificios. ¿Habrán contemplado la cantidad de vehículos que se agregarían a la zona en el estudio de Impacto Ambiental?

Hacen falta contenedores para basura en las calles: yo se que no puede exisir un basurero en cada esquina, pero me parece curioso que lo largo de 1 km en línea recta, pasando por áreas de edificios de oficinas, hospitales, colegios y escuelas no haya al menos un basurero. Por supuesto esta área se mantiene limpia, al menos en el horario en que yo lo transito, no veo que haya basura en el piso, pero me imagino que se debe principalmente al personal de la municipalidad que se mantiene limpiando constantemente, lo cual se agradece, pero en mi humilde opinión también agradeceríamos al menos un bote para basura, a veces hay basura que es muy incomodo cargarla por todo ese recorrido.
Lo reconozco, extrañaba mucho poder ver el cielo desde mi oficina; durante los últimos años habia tenido un cambio muy diferente en cuanto al área de trabajo, ahora vuelvo a tener ventanas en mi oficina y no solo eso, puedo ver gran parte de la ciudad. Los primeros días casi no abría las persianas, ese temor mío a las alturas, y ver hacia la calle desde el nivel 18 me provocaba algo de ansiedad, pero ahora, luego de dos semanas me siento mucho mas tranquila, ya me dió tiempo de analizar el grosor de las ventanas y ya me siento segura.
Ahora que el trabajo es bastante diferente, ya no puedo escribir tan amenudo como antes, pero todavía estoy organizando mis ideas y encontraré la manera de no pasar por estos largos periodos de silencio como las dos últimas semanas.