Cada década que
termina ha sido trascendental, para la humanidad, para cada persona, y es
lógico, son diez años, muchas experiencias por vivir
Cada década ha estado dedicada a una pasión, a un gran amor, y ha coincidido con cambios importantes.
En la primera década de
este siglo fue laboral, fue emocionante participar en proyectos que me
enseñaron mucho, como profesional y como ser humano.
En la segunda década
de este siglo tuve que hacer un alto de la vida tan estresada que llevaba y
replantearme el ritmo de mi vida. Como a todos, me afectó el estrés y este
corazón fue el que me obligó a cambiar el
ritmo de mi vida. En ese proceso de
búsqueda de la salud, me reencontré con el ejercicio. Tuve la bendición de tener
un entrenador que casi fue un ángel, personalizándome rutinas que no afectaran
ni mis rodillas, y a bajo impacto para no acelerarme el corazón; logré encontrar el balance
para tener una vida lo más normal posible, con él entendí los ángulos de
suspensión, aprendí lo fuerte que pueden ser los brazos y me encantó trabajar
con TRX. No es común que en un gimnasio
se pueda tener tanta asesoría, pero me guiaron en el camino a una vida
saludable. Cada mes celebramos
esos pequeños triunfos alcanzados y casi que estaba pendiente de los resultados
de los exámenes del cardiólogo tanto como yo.
Cuando llegamos casi a la mitad de la década empecé nuevamente a correr con más frecuencia, primero fue para conectarme con ese yo interior. Durante el proceso conocí a personas maravillosas, y luego de seis años he logrado completar 4 maratones, 19 carreras de 21K incluyendo La ciudad de Guatemala, Cobán, Max Tott, Xela, El Salvador; 25K en relevos en Escuintla, 2 Ascensos de los Cuchumatanes, muchas carreras más cortas y muchos kilómetros de entrenos. Hoy el estilo de vida parece un poco acelerado, pero trato de encontrar el balance y tener mi felicidad cómo prioridad. He ido alcanzado mis metas y lo principal disfruto correr a mi ritmo.
Disfruto todo lo que tengo. He conocido personas increíbles que hacen que la vida sea mágica.
Sigo disfrutando de la música, he logrado conocer y compartir con los integrantes de Alux Nahual, mi grupo favorito.
Hago mi balance y es positivo.
Tengo mucho que agradecer.