Nuestra pequeña Barby, una chica que empezó como la Benjamin del grupo (en palabras de nuestro Coach). Aún recuerdo el ascenso al Cucurucho como íbamos al final del grupo dándonos ánimos y diciendo ya falta poco, si lo vamos a lograr, y meses más tarde logró concluir su Primera Maratón.
Nadie dijo que sería fácil, tras entrenos de madrugada y dando vueltas y vueltas para poder cumplir con el kilometraje en un área reducida y segura. Pruebas de Cooper que temíamos por no poder llegar a la E. Y luego de meses de entreno Amatitlán fue testigo de tan esperado día, y nuevamente durante los kilómetros que recorrimos juntas eran palabras de aliento los que salían de su boca. Ya llevábamos horas entre corriendo, trotando y caminando y siempre con la certeza de que lo lograríamos.
Barby, puede ser que empezaste como la pequeña del grupo, pero en tu corazón las ganas de completar este reto eran gigantes y luego de pruebas difíciles en las que muchos hubieran tenido la excusa perfecta para abandonar, tu decidiste fortalecerte de la situación y entraste a la meta como toda una campeona.
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