Estando en los últimos días del año no podemos dejar de pensar en lo que hicimos bien, lo que dejamos de hacer, lo que pudimos hacer mejor, y todas esas pensamientos a veces traicioneros, otras veces alentadores, pero sea lo que hayamos vivido, pues se disfrutó, se gozó, se sufrió, y se sintió.
Hoy a pocas horas de terminar un año mas, puedo decir que estos últimos trescientos sesenta y pico de días me han dejado aprendizajes valiosos; ha sido año de cambios muy importantes; unos espectaculares, otros buenos, otros no tanto, pero cambios al fin, y eso implica evolucionar, y motiva a realizar un reajuste mayor en algunos aspectos, que espero poder lograr a corto plazo.
Si hablamos de metas y propósitos para el próximo año, pues el principal es conservar la salud (y trabajar en todo lo requiera eso), si bien es cierto este año no me puedo quejar ya que a pesar de mis descuidos involuntarios he mantenido una salud aceptable, sé que eso lo puedo mejorar, ya que acercándome cada día más a las cuatro décadas, hay cosas que deben tener mayor prioridad.
Estamos a punto de terminar un año más, así que todos a preparar cualquier cosa que forme parte del ritual de fin de año (maletas para viaje, velas, ropa especial, uvas, etc) y a recibirlo celebrando la vida, y a trabajar para conseguir todo eso que deseamos.
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