Estas escenas me hicieron recordar a mi abuelita, recuerdo que cuando yo era pequeña ella era imparable, no jugó fut con nosotros, tuvo un problema en la cadera y desde que recuerdo
siempre utilizó una muleta que le ayudaba a caminar, pero le gustaba “caminar los mundos”, así decía ella, y compartimos mucho con ella. De repente se iba a visitar a sus familiares a Jutiapa o a sus amigos al puerto. Vivió con nosotros mucho tiempo, hasta el día de su muerte; y recuerdo que una vez a las cinco de mañana se levantó y se alistó para salir, y le dijo a mi mamá, “levantá a las patojas y nos vamos a visitar a la nía Fulanita (no recuerdo el nombre), pero ella quería que nos fuéramos al puerto en ese momento, mi mamá le dijo que no, que teníamos que avisarle a las personas que íbamos a llegar, que como íbamos a agarrar camino solo así, pero ella si se iba; con sus ochentitantos años se iba caminar los mundos.Recuerdo que me ponía a bordar, a tejer; ella hacía sombrillas, así que nos ponía a ordenar sus varitas, y sus retacitos de tela, también tenía que leerle en voz alta, decía que tenía que mejorar mi lectura, hacer las pausas correctas en las comas, en el punto y coma, etc. Ella había sido maestra en el siglo pasado, y era estricta, hoy se lo agradezco mucho, ya que aparte de ayudarme en el área académica, me dio la oportunidad de compartir con ella y tener todos estos bonitos recuerdos de ella.
Espero que si tengo la oportunidad de llegar a esa edad, tenga la vitalidad y energía que tenía mi abuelita, o la disposición de la abuelita que juega fut con sus nietos; y que los hijos de mis sobrinas puedan decir que van a ir a “jugar fut con su tía-abuela” , o que comenten después de lo momentos agradables que compartieron con su tía-abuela Ceci. :)
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