Creo que todos han leído alguna vez este poema, y bueno uno piensa es un balance de la vida y nada mas; pero ahora que he leído mas de la vida de su autor, de su obra, realmente tiene otro significado para mi. Haber vivido la muerte de su padre, de su hermano, de su amada Ana Cecilia... Realmente no sé en que época lo escribió, pero me parece que fue después de haber publicado La Amada Inmóvil, porque en este libro se puede sentir todo su dolor por haber perdido al amor de su vida, a su compañera, pero claramente dice que no volverá a llorar y me permito citarlo a continuación:
1. Llorar ¿Por qué?
Este es el libro de mi dolor:
Este es el libro de mi dolor:
lágrima a lágrima lo formé;
una vez hecho, te juro, por
Cristo, que nunca más lloraré.
¿Llorar? ¿Por qué?
Serán mis rimas como el rielar
de una luz íntima, que dejaré
en cada verso; pero llorar,
¡eso ya nunca! ¿Por quién? ¿Por qué?
Serán un plácido florilegio
un haz de notas que regaré
y habrá una risa por cada arpegio,
¿Pero una lágrima? ¡Qué sacrilegio!
Eso ya nunca. ¿Por quién? ¿Por qué?
Aún y cuando Ana Cecilia murió a principios de 1912, hay poemas de abril 1915 que son inspirados en ella. Debo decir que todo el libro me gusta mucho, cada palabra, cada pensamiento, realmente toda su poesía se siente, nos transmite su amor por alguien que ya no esta presente, su sufrimiento, su dolor, su melancolía, y la esperanza de que en algún momento se volverá a encontrar con ella. Creo que todos los que ya perdimos a alguien que amamos con todo el corazón podemos identificarnos en su poesía, aunque no necesariamente sea una pareja sentimental, puede ser una madre, un amigo, un hijo, un hermano, un esposo, no lo sé.
Para concluir acá incluyo el poema, y espero que cada uno pueda decirle a la vida, "¡Vida, estamos en paz!".
En Paz
Artifex vitae, artifex sui
Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, Vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje la miel o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales coseché siempre rosas.
Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tan sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
(Amado Nervo)
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