Hay relaciones que son difíciles de cortar por completo, de todo tipo, amorosas, sociales y hasta las laborales, y vamos ampliando nuestro nivel de tolerancia, provocando con ello, que inclusive ya no sea sano para nuestra salud mental enfrentarnos a esos episodios de discusiones, malos entendidos o simplemente sentirnos ofendidos, por cosas que solo una de las partes se percata de que existen, y la otra está tan quitada de la pena...
Creo que pocas veces he decidido cortar toda comunicación con alguien, no es que no haya sucedido, pero no ha sido planificado, generalmente no soy de las deciden aplicar la ley del hielo, por supuesto que guardo tiempos prudenciales de silencio, pero no una ausencia definitiva. No sé qué tan bueno sea, eso es algo que tengo que mejorar, tener la capacidad de reconocer cuando es necesario decidir cortar toda comunicación, y cuando vale la pena continuar aunque sea un poco distanciados.
En general en mi cabeza creo que si no te hace feliz, no vale la pena continuar, pero a veces no domina la razón, y termina uno haciéndole caso al corazón.
¿Será que esto me pasa solo a mí, o alguien más habrá experimentado algo así?
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