Me quedo con los libros en papel...

Creo que ha llegado el día en que cualquier libro que desees lo pueden encontrar en formato digital, y puedes leerlo en la pantalla de tu computadora ampliando el tamaño de la letra para evitar el uso de los anteojos, o en cualquier otro dispositivo móvil que tengas, y eso es una gran ventaja, te permite cargar contigo mucha información que en el siglo pasado tenias que llevar con grandes y pesadas mochilas.

Hace algún tiempo revisando libros de antaño me encontré con un separador que hice cuando tenía 15 años, uuuuuuu, si, hace muchas lunas, y estos separadores en particular los hice para el fin de curso de 3ro básico para mis 70 compañeras (si 70, en total éramos 71 alumnas), todos los dibujé a mano alzada con una Mafalda, que pinté a mano, y les escribí una leyenda a cada uno de ellos y por supuesto con mi firma respectiva. La verdad no creo que alguno de todos los repartí exista todavía (solo el mío), pero recuerdo esas épocas en que un separador era un regalo agradable para las aficionadas a la lectura; hoy día para los lectores de e-books, esto sería algo que muchos no apreciarían; pero yo todavía guardo muchos de los separadores que me han regalado.

Uno de esos fines de semana de ordenar libros me encontré también con una tarjetita que me regaló una amiga muy querida de la adolescencia, y pensé que la había perdido, pero no, la utilicé de "separador" mientras estudiaba durante la época de la universidad.

Dentro de los libros se encuentran cosas que nos recuerdan otras épocas, por ejemplo la clásica flor que se guardó dentro de un libro, las cartas que te dieron o las que no te animaste a dar, esas dedicatorias en libros que te han regalado personas que por diversas razones no tuviste contacto con ellas nuevamente.

Un libro es más que el contenido que su autor decidió, es tu entorno cuando adquiriste el libro, o una historia paralela de un regalo que te hicieron. Es más personal, más humano. Claro que seguiré leyendo los e-books, pero también seguiré atesorando los más preciados en papel; ¿qué puedo decir?... realmente soy del siglo pasado y para mi seguirán ocupando espacio físico en mis libreras.